miércoles, 22 de junio de 2016

Testeador de Machos Alfa

Algo que escribí hace mucho tiempo para un diario digital, se los comparto para que no se pierda:

Si usted se considera un hombre corajudo, valiente y arrojado, está leyendo la columna correcta. En las siguientes líneas se encontrará de frente con una de aquellas realidades que el hombre común evita, porque es pollo.
Señores, hoy hablaremos de la menstruación. Y no me enfocaré en decirle a las mujeres lo que todas ellas ya saben, sino en explicarles a ustedes las molestias y dificultades que nos causa. Me dirán: “Sé de lo que se trata; tengo pareja, hermana, madre, amigas, etc.” Pero yo le apuesto a que nunca ha conversado con ellas del asunto a calzón quitado. Y le apuesto a que hay mucho que desconoce.
Pensé bastante en esto. Lo primero que concluí es que en atención al horror masculino que provoca el tema, nos referimos a él como: “Nuestros días”, “La visita”, “La regla”, “Estar enferma”, “Andar con la roja”, “Los días R”, “El período” y similares. Habrán notado que ninguna mujer va por la vida diciendo que tiene la menstruación, ni siquiera entre nosotras. Evitamos la palabrita como si pronunciarla fuese una ofensa contra quien la oye. En consecuencia, todo aquello que se relacione con este evento se conversa entre susurros, o con adornos.
 Pero no en esta ocasión. Usted, como buen Macho Alfa, seguro se ríe de esos eufemismos ridículos. ¡Al pan, se le llama pan! ¡Y al vino, vino! Así es que las cosas por su nombre. Comencemos…
La menstruación es un período que “normalmente” durará de 3 a 5 días. Utilizo las comillas porque cada cuerpo femenino es un mundo. El número de días variará en una u otra. Esta es sólo una parte del ciclo menstrual, que fíjese, nunca se detiene. Terminamos uno e inmediatamente comienza el otro, durante un promedio de ¡35 años!(Por favor, levanten la mano todos los que lo encontraron una barbaridad) En fin. Mientras el ciclo avanza cada mes, ocurren cosas, que a continuación le contaré:
 ANTES DE LA MENSTRUACIÓN: Una o dos semanas antes de que la tragedia venga a cernirse sobre nosotras, podemos sentirnos fatigadas, hinchadas, y con ansias de comer cosas dulces. En mi caso, se me despierta el amor por los chocolates, lo que es un indicador claro de lo que se viene. Algunas tenemos, además, cambios hormonales que pueden ponernos un poquito nostálgicas o depresivas. Yo me pongo de un humor terrorífico. Yo le aseguro que en esos días usted no querrá discutir conmigo. Para darle más alegría al momento, pueden salir espinillas, ya que piel y cabello tienden a ponerse más grasos.
 Pero no todo es hiel, le tengo una buena noticia: unos días antes de que la mujer comience a menstruar, el deseo sexual puede verse incrementado, lo cual es bueno para ella y para su Macho Alfa. Esto no es una certeza, y le recomiendo que si su pareja es de las que se ponen difíciles, evite averiguarlo. Si ocurre, usted lo sabrá.
 DURANTE LA MENSTRUACIÓN: ¡Oh! Trataré de evitar el drama, aunque no le aseguro nada. De partida, el sangrado. Evocadora palabra, pero es lo que es. Sangrado constante, en flujos que van de más a menos y que son variables según cada cuerpo. Puede percibirse como un río manando entre las piernas o no notarse en lo absoluto, todo dependerá de la fémina, y del día en que se encuentre. (Huelga decir que el primero es el peor). Tenemos entonces el sangrado, lo que acarrea el segundo problema: cómo evitar que el mundo se entere. Diversas clases de toallitas nos ofrecen y garantizan comodidad y seguridad. Tela malla, tela suave, con alas, sin alas, nocturnas, con manzanilla, con mayor absorción, para usar con colaless, negras, blancas, con flores. Los tampones se clasifican según el flujo: Súper Plus, Súper, Regular, Light. Créame que la experiencia de menstruar obliga a realizar un estudio de mercado donde al final de un largo camino, encontraremos el artículo que nos haga sentir más confiadas. Aún así, a veces le preguntaremos a la mujer más cercana “si se nota algo”, y por nada del mundo usaremos pantalones o faldas de color blanco. Evitaremos, así mismo, que alguien pueda llegar a darse cuenta de la toalla o el tampón en la cartera o bolso. Es asombrosa la connotación de tabú que se le asigna a esto. ¡Hasta se han preocupado de que los envases sean discretos y no suenen! ¡Increíble! Y siguiendo con la idea del marketing, si observa con atención, verá que la  publicidad nos muestra comerciales donde vemos a chicas jóvenes corriendo, trabajando, nadando, bailando y durmiendo entre nubes dada la comodidad que el producto les otorga. Yo le digo: FALSO. A pesar de que no para todas es un sufrimiento, nunca en mi vida he escuchado a una mujer decir que está menstruando y siendo feliz por ello. A menos que haya tenido un indeseable, retraso, claro está. Ahora que lo pienso, quizá las chicas de los comerciales lo tenían.
Después, el dolor. Me pregunto cómo podría explicarle esto a un hombre. Una lo describe como algo que se está “desprendiendo”. Efectivamente, eso es. El endometrio o nido donde alojaríamos a un hijo ya no es necesario, dado que no se produjo el embarazo; por tanto el útero se contrae para expulsarlo. Este proceso tan técnicamente descrito puede producir UN DOLOR DEL CARAJO. A éste síntoma se le llama “dismenorrea”, y entre un 30 y 50% de afortunadas féminas sabe de qué hablo. Para paliarlo una suele buscar fuentes de calor y reposo, en lo posible. También hay farmacología que ayuda, aunque no lo suficiente en los casos más severos. Pueden doler las caderas, las piernas y/o la espalda. A esto, súmele la aparición aleatoria de diarreas o cólicos. Una vez tuve que atender la larga llamada de un cliente sufriendo los cólicos más espantosos de los que tengo memoria... Jué horrible.
DESPUÉS DE LA MENSTRUACIÓN: La felicidad. Nada duele, nada fluye, nada molesta ni incomoda. Una se siente más energética y hasta vuelve a creer que es capaz de conquistar el mundo. Estamos tan contentas de que “ya pasó”, que se nos olvida que volverá. Retomamos el estado de paz y tranquilidad en el que usted vive… Todo el mes. ¿Se da cuenta de que ser hombre trae innumerables ventajas?
 No voy a utilizar lo que me queda de columna para decirle que marque en su agenda los períodos de su pareja o amigas con un corazón, para recordarlos y hacerles agüita de manzanilla. Usted es un Macho Alfa, ¡qué duda cabe si su lectura ha llegado hasta aquí!
 Lo que sí le pediré, en nombre de cada una de las que le rodea, es que nos asigne una ENORME línea más en su nivel de respeto por el género femenino, y que nunca, nunca más en su vida, le pregunte despectivamente a una mujer malhumorada, triste o adolorida,  “si anda con la regla”. No se le olvide que se está dirigiendo a una Hembra Alfa.

4 comentarios:

  1. me sorprende que no tenga mas comentarios que el mio, bueno para empezar muchas gracias por compartir este tipo de informacion, es una lastima que no se hablen las cosas de esta forma siempre.
    la verdad no me concdero un macho alfa,es mas siempre he dicho ke soy epsilon y creo que es bueno tener espacios como estos donde se puedan hablar las cosas sin tapujos gracias totales

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    1. Muchas gracias, yo al menos escribo esperando que alguien lea, eso basta. Si además comenta, mucho mejor! :)

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  2. jajajajajajja
    que buen y explícito texto, me gusto mucho, es muy clarificador y cierto, porque lo hablamos bajito, por qué nos avergüenza como mujeres comentarlo, será como para los hombres pedir papel higiénico para ir al baño?
    no lo se, pero me agrada la visión que presentas, es tan cierto,
    y me desagrada mucho ese tipo de comentarios de personas que toman como una forma de insultar en adjudicarle el "estar con la regla"

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    1. Es terrible, a mí me saca de mis casillas que hagan eso... Especialmente porque casi siempre son hombres y no tienen la puta idea de lo que es.
      Saludos!

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